Terror en el Metro

La estación Talleres del metro trabajaba de manera normal y todo transcurría como cualquier otro día, aquella monotonía dinámica de las personas en Monterrey se vio alterada al llegar a la estación Aztlan, ahí comenzaron a escuchar gritos extraños como si tratara de una persona enferma de sus facultades mentales, aunque todos escucharon, nadie dio importancia a lo ocurrido, lo que si notaron fue que el metro comenzó a moverse con muy poca velocidad e incluso haciendo pausas a la hora de avanzar.
El trayecto de Aztlán a Penitenciaria que habitualmente es de dos minutos, en esa ocasión se prolongó por casi ocho, generando la molestia de los usuarios, ya que la mayoría toman ese transporte con el tiempo exacto para llegar a su trabajo. 
Aunado a lo lento del desplazamiento se sumarían los gritos que seguían escuchándose, ante la insistencia del ruido, todos comenzaron a advertir dicha situación. Pensando que esos gritos provenían del vagón que iba al frente, es decir, donde se encontraba la cabina del conductor; finalmente el metro arribó a la estación penitenciaria y ahí un guardia les indicó que debía descender del vagón pues ese tren ya no daría servicio, los usuarios bajaron, pero les parecía sumamente increíble que el primer  vagón continuara el trayecto llevando a los pasajeros dentro; una joven comenzó a decir a todos que en el vagón donde nadie descendió se encontraba su novio quien le había mandando un mensaje diciendo que ahí iba un hombre que afirmaba tener dentro un demonio y que los iba a matar a todos para llevárselos al infierno, la mayoría de las personas la miraron con incredulidad, e incluso ignoraron sus palabras pensando que se trataba de una broma sin sentido y tal vez todos hubieran creído eso sí los guardias del metro no hubieran llegado por ella para detenerla y evitar que siguiera contando lo que su novio le decía por mensajes.
Al final la estación del metro Penitenciaria albergó a todos los usuarios que bajaron de los vagones del metro esperando por espacio de media hora que llegará otro transporte, la mayoría de los habitantes de Monterrey reportaron en redes sociales que la estación Alfonso Reyes cerró sus puertas y desalojo a todos por una falla mecánica, pero en realidad nadie supo nunca si lo que pasó fue cierto, pues a la mayoría les obligaron a borrar las grabaciones que habían hecho de la situación vivida, solo se pudo guardar un vídeo del momento en que el metro salió de la estación penitenciaria sin ninguna persona arriba.

Terror en el Metro – Vídeo Relato

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