Deuda Pendiente (Adelanto)

Amelia le ofreció la mano a la mujer para saludarla, pero esta solo dijo:

“No saludo de mano hermosa, hay energías que se transmiten de persona a persona y pueden contaminar el espíritu”.

Amelia, que se consideraba una mujer de ciencia entendió que la mujer era supersticiosa, pero al haber sido educada en un ambiente rural con su familia, comprendía las creencias de las personas.

Amelia le respondió a Violeta que la entendía, que no se preocupara y que ella sería la nueva inquilina y que esperaba pudieran tener una buena relación como vecinas y amigas, Violeta dijo que le daría mucha alegría ser amiga de una niña tan guapa y tan educada; antes de entrar a su casa, Violeta le preguntó a Amalia que quién era el chico que le estaba acompañando y que se fue mientras platicaban.
                                                  
La joven contestó que con ella no iba nadie, que tal vez se había equivocado, pero Violeta le dio una frase que causó desconcierto – Viene contigo, te acompaña desde hace mucho tiempo, lo traes desde que saliste de Santiago– Amelia, incomoda con el tema le respondió con un simple buenas noches y le dijo que tendría que entrar a su casa a cambiarse o se enfermaría.


Publicar un comentario

0 Comentarios